Bueno, no sé si todos conoceréis Melilla, y los que no la conozcáis, no os lo recomiendo. En fin, a lo largo de mi vida no he hecho demasiado, pero lo que he hecho, se ha hecho en condiciones, aunque las dimensiones de mi ciudad no lo permiten demasiado. Melilla tiene 12 miseros kilómetros cuadrados, y estamos obligados a movernos en ellos más de 75.000 personas, así que ya os podéis imaginar como vivimos.
Aquí en Melilla, normalmente no puedes ir a gusto por la calle, puesto que solo basta con que lleves un móvil encima, o te suene dinero en el bolsillo, para que empiecen a seguirte o incluso intimidarte y robarte.
Sin embargo, cuando sales y estas a gusto, Melilla es una ciudad con casi todo para vivir: playas, tiendas (pocas, pero hay), gente más o menos decente, y ese tipo de cosas, pero siempre en línea melillense.
Y lo peor de todo, es que al salir de aquí, normalmente vayamos donde vayamos, nos miran, tratan, o hablan como si fuésemos distintos. Aunque eso no sea así. Pero en fin, hay que joderse, me ha tocado ser de aquí y he de aguantarme hasta que acabe el bachillerato, y entonces, me iré para volver solo como visitante.
Interesante (aunque pesimista) visión de nuestra ciudad, aunque por desgracia, la has descrito tal y como es. Consuela pensar que se podría vivir peor, y que si ya hemos aguantado 14 años aquí, podremos aguantar hasta acabar el bachiller.
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